A bordo de un autobús amarillo que se desliza hábilmente por las curvas, los viajeros son llevados al corazón de Saas Fee, una idílica civilización a unos 1.800 metros de altitud, justo antes de encontrarse con las majestuosas cumbres nevadas de los Alpes suizos. El sonido del bus es el último murmullo que escuchan en este famoso enclave del cantón del Valais. Desde 1951, Saas Fee es una ciudad libre de tráfico, donde el único medio de transporte veloz son los carritos de golf que recorren sus calles empedradas, lindas con tradicionales chalets suizos adornados con balcones de madera y flores.
En verano, deportistas y amantes de la montaña se congregan aquí, tanto profesionales como aficionados. Este verano, debido a las olas de calor que han afectado las nieves perpetuas, solo los deportistas profesionales tienen acceso a los 20 kilómetros de pistas del glaciar Allalin. Estas pistas suelen estar abiertas al público, pero las condiciones este año han limitado su uso, siendo utilizadas principalmente por aquellos que necesitan entrenamiento.
En los últimos Juegos Olímpicos de Tokio, se estima que más del 70% de las medallas fueron ganadas por deportistas que se habían preparado en estas pistas. La tradición alpina de Saas Fee se remonta a 1849, cuando el sacerdote del pueblo y guía de montaña, el padre Johann Imseng, se convirtió en el pionero del esquí alpino en Suiza al rescatar a su rebaño con unos esquís rudimentarios que él mismo construyó con duelas de un barril.
Los entusiastas del senderismo encuentran en Saas Fee un paraíso, rodeado por 13 cumbres de más de cuatro mil metros de altura, incluyendo el Dom, que ostenta el récord de altura con 4.545 metros, y el Allalinhorn (4.027 metros), que da nombre al glaciar y es una popular ascensión en el valle por ser uno de los cuatromiles más accesibles de los Alpes.
No es necesario alcanzar la cima para disfrutar de impresionantes vistas. Los remontes desde el pueblo ofrecen ascensos espectaculares. Puede tomar un funicular hasta la estación de Mittelallalin (3.500 metros), conocida por su restaurante giratorio, el más alto del mundo de su tipo. Otra opción es el telecabina a Länfluh (2.870 metros), con su restaurante alpino y vistas asombrosas al glaciar. Este es un punto de partida ideal para explorar el paisaje helado, siempre y cuando se cuente con la guía de un experto en montañismo.
Si busca una postal idílica del valle, puede optar por el telecabina de Hannig, al otro lado del pueblo, que ofrece vistas a la cresta de altas cumbres. Saas Fee cuenta con 350 kilómetros de senderos, proporcionando innumerables oportunidades de senderismo. Los aventureros pueden explorar la ruta Gorge Alpine, que lleva a los visitantes a través de puentes colgantes y desfiladeros espectaculares. Sin embargo, una de las actividades más populares en Saas Fee no involucra adrenalina: conocer a las simpáticas marmotas que salen de su hibernación para corretear por el campo en busca de zanahorias. Siguiendo la ruta circular de Spielboden, seguro se encontrará con estas curiosas criaturas.
